viernes, 25 de noviembre de 2011

La educación. ¡Tu estilo de vida!


¿Qué es la agogé espartana?
Es una conducta radical y agresiva empleada en Esparta desde los siglos VIII al VII a. C. Esparta implantó una estricta "eugenesia" para conseguir a los niños fuertes y sanos y de constitución robusta y a su vez excluir a los niños deformes, pequeños, raquíticos o enfermizos, que de ser así, era arrojados al denominado Apótheas, una zona barrancosa al pie de Taigeto. Educaban a los niños que superaban la prueba, de esta forma tan estricta para así, fortalecerlos físicamente y militarmente. Pues todo esto tenía como fin la gloria de Esparta por encima de cualquier cosa, incluso, por encima del amor propio y la gloria personal. Consistía en una educación individualista que tenía como fin un bien colectivo, ese bien era proteger a los demás compañeros y a la patria.

¿En qué consiste esta educación? 
Esta educación se basaba en insensibilizar al niño desde el nacimiento, a pasar frío y calor, a pasar hambre, a estar solo, a no tener miedo a la oscuridad, a luchar, etc. Esta educación comenzaba en el núcleo familiar, pues eran las nodrizas las que criaban a los niños sin pañales para que se acostumbraran a la temperatura y a su vez, se le prohibía al niño todo tipo de rabietas y caprichos. También era costumbre de las nodrizas bañar a los niños con vino, ya que según decían provocaba convulsiones, de este modo podrían acabar con la naturaleza enfermiza que tienen los niños, mejorando así, su fortaleza natural. Creencia posible, debida a que en aquella época, el vino contenía drogas alucinógenas capaces de penetrar en la piel o de provocar la muerte por sobredosis.

Desde los 7 años hasta los 20, los niños eran alejados de las madres, ya que éstas les provocaban debilidad, además del cariño y la sensibilidad añadida que ellas les proporcionaban. Al alejar a los niños del núcleo familiar, eran trasladados a un lugar "agelé" donde estaban los demás niños reclutados, y allí eran educados por el estado. En ese lugar aprendían a leer y a escribir (enseñanza básica e indispensable). Pero sobre todo, era fundamental formarlos de forma estricta mediante lucha y atletismo, para fortalecerlos físicamente, y después se les enseñaba a manejar las armas, a marchar en formación, a no sufrir dolor, a pasar hambre, a matar, pero por encima de todo, a buscar siempre el bien de la ciudad. Durante la infancia, los niños espartanos eran criados con todo el rigor y la disciplina de los jefes. También les acostumbraban a estar con el pelo rapado y a llevar poca ropa hasta su madurez. Es más, la mayor parte del tiempo estaban desnudos y mugrientos, ya que rara vez les permitían bañarse. Las circunstancias en las que dormían eran inhumanas, ya que lo hacían en un leño de cañas, que debían cortar ellos mismos a mano, sin herramientas de ningún tipo. Hacia los 15 años, se dejaban el pelo largo propio de los soldados, en honor de la opinión atribuida a Licurgo, para quien la melena hacía a los guapos más a apuestos y a los feos más temibles. Toda la ciudad vela por la disciplina de los jóvenes. Cualquier ciudadano o compañero de más edad puede reñir a los niños o sancionarlos con castigos físicos: hacerles pasar hambre, morderles el pulgar, azotarlos, etc. 

Para entrenar el físico, lo más frecuente era apalearlos. El lugar de apaleamiento se encontraba ubicado en un bosque. Para comenzar se escogía un árbol vigoroso y robusto, al cual se le enganchaba una cadena y a ésta un palo. Lo que hacía el muchacho era agarrar este palo mientras otros dos de sus compañeros lo apaleaban. Esta acción se llevaba a cabo con varas de bambú, puesto que dolía, picaba y desgarraba la piel. Por si el muchacho se caía de agotamiento o de dolor había otros dos compañeros que se encargaban de levantarlo para que pudiesen seguir apaleándolo. La finalidad de este ejercicio para el apaleado era aprender a aguantar y soportar mejor el dolor. Para los que golpeaban, era no detenerse ni vacilar en el ataque aún cuando se sentía el terrible dolor que estaba sufriendo el enemigo. Y en tercer y último lugar, para los que sujetaban, la finalidad era que aunque viesen sufrir o incluso morir a sus compañeros en combate no vacilasen y continuasen con la misión que les había sido encomendada por sus superiores. Esta práctica no se realizaba como castigo, sino que se hacía de forma aleatoria entre los componentes del campamento. Aunque éste también era el castigo que recibían los muchachos a los cuales se les sorprendía robando. Cuando el que estaba recibiendo el castigo tenía el cuerpo demacrado se le retiraba, pero a no ser que se encontrase muy herido no se le curaban las heridas. Había casos de jóvenes tan arrogantes que por no sucumbir al dolor y por no caer a los pies de sus compañeros preferían morir. Los que apaleaban y los que sujetaban no podían interrumpir la ceremonia, tan sólo podían aconsejar a su compañero que se soltase. Pero si este decidía no hacerlo se proseguía con la ceremonia hasta arrebatarle la vida.
 
Y finalmente, para comprobar si los jóvenes estaban preparados como buenos soldados, eran soltados a un lugar donde tenía que luchar con una gran bestia. Si acababan con ésta, volverían a Esparta, como buenos espartanos. Si no lograsen acabar con ella, no podrían volver. Tal vez, porque murieran en el intento o en el caso de volver sin acabar con la bestia, serían excluido. Ésta era la manera de evaluar el aprendizaje adquirido. Esto consistía en saber transferir el aprendizaje, es decir, que el aprendizaje adquirido, supiesen aplicarlo en una determinada situación.

¿En qué ámbito educativo está? (Informal, formal o no formal) 
Según mi punto de vista, en primer lugar esta actividad educativa está en el ámbito educativo informal, ya que hasta determinada edad es el núcleo familiar el que le inculca dicho aprendizaje, en concreto el padre, puesto que es el que enseña al niño a luchar, en mayor o medida. Y en segundo lugar, se encuentra en el ámbito educativo no formal, ya que al finalizar la actividad educativa proporcionada por el núcleo familiar, es otra la institución la que se encarga de la educación del niño. Pero es no formal, porque aunque exista la intencionalidad educativa, se produce fuera del ámbito escolar y además se emplea la diversidad de medios para el aprendizaje (castigos, pasar hambre, luchar, etc.)


¿Y en qué modelo curricular lo clasificarías?
Y el modelo curricular en el que yo clasificaría este tipo de aprendizaje sería el conductista. ¿Qué por qué este modelo? Porque se programa por objetivos (luchar como un gran soldado, luchar por la patria, no sufrir dolor frente al daño causado por el enemigo,etc) y porque se planifica con metodologías de repuestas de conductas. Por ejemplo, como refuerzo positivo volver a Esparta como un héroe y como refuerzo negativo, ser golpeados si no hacen lo que se les pide. Otro de los motivos por los que creo que este es el modelo adaptado a esta educación es que los grupos de destinatarios son homogéneos con las mismas necesidades y expectativas. Por supuesto, los contenidos empleados son los instrumentos para llevar a cabo los objetivos, por ejemplo ser apaleado consistía en resistir al dolor y apalear consistía en aguantar hasta agotar la resistencia del enemigo. Y por último, los objetivos son el eje fundamental, ya que con esto se comprueba si esta educación era eficaz. Y aunque cueste creerlo, eficaz era. Ya que los que volvían, volvían como grandes soldados, y se podría decir también, que eran los mejores soldados. Pero para llevar a cabo estos objetivos, se les diferenciaba según sus habilidades, destrezas y habilidades para conseguir de ellos lo mejor. 

¿Qué te ha sorprendido?
Este aprendizaje me parece demasiado brutal y más para niños tan pequeños. Pero lo que más me ha sorprendido es que entre algunas de las pruebas y castigos que los niños practicaban al ser ordenados por sus superiores, una de ellas era estar amarrados a un árbol y ser apaleados hasta que su resistencia se lo permitiera y de no resistir a este ejercicio o castigo, morían cruelmente y encima los demás niños eran obligados a seguir apaleando a sus propios compañeros, pues éste era su deber y de no cumplir con él, pasarían por lo mismo. Esto me parece totalmente una aberración en todo su esplendor. Y aunque realmente, esta educación era eficaz, es totalmente injusta. Les priva a estos niños del derecho a la vida.

¿Qué opinión merece?
En mi opinión, espero que hoy día no se practique esta educación, porque es denigrante y demasiado cruel, además de ser practicada con niños menores de edad. Si se quisiese reclutar soldados capacitados para luchar, en primer lugar esto debería de ser voluntario y hacerse desde una edad más prudente para poder llevarse a cabo este tipo de ejercicios. Y de este modo, los niños que nacieran pequeños, raquíticos, etc., no tendrían que morir por no estar capacitados para este tipo de educación.

1 comentario:

  1. Sigo sin ver mis comentarios en tu Blog!!
    Cristina, buena entrada. Es correcta y bien desarrollada aunque debes implicarte un poco más. Tu opiniones son cortitas y quiero que vayas trabajando en esa línea. Profundiza más sobre que reflexión haces de cada cosa que vemos en clase.

    Con respecto al ámbito educativo, bien justificado, pero la agogé es FORMAL, ya que aunque no sea lo que esperamos en el s. xxi, era educación reglada, planificada y sobre todo institucionalizada.

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